CANON
El canon es una pieza o sección de una composición musical de carácter contrapuntístico basada en la imitación entre dos o más voces separadas por un intervalo temporal. Una parte vocal o instrumental interpreta una melodía y unos compases más tarde una segunda voz repite esa misma melodía de manera exacta o bien modificando su tonalidad u otros aspectos. En este proceso pueden participar más voces. A la primera voz se le llama dux, propuesta o antecedente, y a cada una de las voces que le siguen comes, respuesta o consecuente.
TIPOS:
Canon al unísono
Es el tipo de canon que se emplea con más frecuencia tanto en la música vocal como la instrumental. Consiste en colocar las voces imitadoras en unísono o un número de octavas por encima o por debajo de la voz principal, manteniéndose este intervalo hasta el final.
Cánones en otros intervalos
De manera análoga, la voz consecuente puede ser situada a cualquiera de los intervalos restantes —a la segunda superior e inferior, a la tercera superior e inferior, etc.
Canon circular, infinito o perpetus.
La repetición de las voces es estrictamente auto-semejante, generalmente dejando un intervalo de tiempo entre el comienzo de cada parte (el tema y sus consecuentes). En ocasiones puede comenzar con un contratema en contrapunto al tema canónico principal. Al término de cada parte éstas pueden comenzar de nuevo escalonadamente remontándose en su totalidad las veces que los intérpretes decidan.
Canon de movimiento contrario, al inverso.
La repetición del tema canónico o consecuente interpreta la melodía en sentido contrario interválicamente, manteniendo generalmente el tipo de intervalo diatónicamente, pero por tanto no necesariamente su especie. El consecuente se considera una imagen especular interválica o simetría impar del tema canónico, ya que bastaría con reflejar la partitura paralelamente en un espejo para obtenerlo.
El canon histórico llamado El buen rey Wenceslao presenta este tipo de repetición.
Canon retrógrado o cancrizante.
La repetición del tema canónico o consecuente es interpretada de atrás hacia delante. Toma el nombre cancrizante del movimiento retrógrado típico del cangrejo, en latín cancer. El tema canónico y su consecuente presentan una imagen especular temporal o simetría par, pudiéndose obtener reflejando la partitura perpendicularmente en un espejo.
Canon de mesa.
La relación entre el tema canónico y su consecuente es que éste ha sufrido una reflexión especular interválica y temporal, por lo que es una mezcla de los dos tipos anteriores de canon, conteniendo ambos tipos de simetría. No suele presentar desfase temporal entre el antecedente y el consecuente, comenzando ambos a la vez.
El nombre de canon de mesa se debe a que con una sola partitura con el tema canónico dispuesta en una mesa con dos ejecutantes enfrentados sería suficiente para la lectura de ambos músicos, tanto para la voz canónica como para el consecuente.
Canon por aumentación.
La repetición del tema canónico o consecuente aumenta temporalmente una constante. Por ejemplo, en un tema a tiempos notado como es habitual a negras, el consecuente respondería la misma melodía a blancas, yendo temporalmente dos veces más lento.
Canon por disminución.
La repetición del tema canónico o consecuente disminuye temporalmente una constante. Por ejemplo, en un tema a tiempos notado como es habitual a negras, el consecuente respondería la misma melodía a corcheas, yendo temporalmente dos veces más rápido.
Doble canon.
Consiste en una combinación de dos voces canónicas y sus consecuentes en una pieza compuesta al menos para cuatro voces.
Canon enigmático.
Se designa así a cualquier tipo de canon en el que el autor no ha dejado expresamente escrito el tema canónico y sus consecuentes, si no sólo el tema principal, y ha de ser el intérprete el que previamente debe buscar en qué forma ha de repetirse el tema para que encaje, decidiendo el desfase temporal entre las partes, el intervalo, y en ocasiones el tipo (de los anteriormente mencionados).