miércoles, 28 de octubre de 2015

HISTORIA DEL PIANO
 
Dentro del árbol genealógico del piano habría que incluir, por una lado, al clavecín (con sus variantes virginal y espineta), al clavicordio y al escaque, instrumentos de cuerda todos ellos, y por otro al órgano, como instrumento anterior de teclado, aunque en este caso de viento.

Órgano

El más antiguo, originario de Oriente Medio. Usado en Grecia (órgano de agua, s. III a.C.), se pierde con la caída del Imperio Romano y se recupera a partir del s. VIII. Encontramos varios tipos:
  • PositivoDe tamaño mediano, colocado sobre unas patas o una mesa.
  • PortátilSe tocaba colgado del hombro, usado principalmente entre los s.XII y XV.
  • RealejoSobre mesa o con patas, solamente tenía registros con lengüeta (chirimías y sacabuches, antecedentes directos de oboes y trombones). Usado desde mediados del siglo XV hasta bien entrado el s. XVII.
  • De iglesiaDe mayores dimensiones. A veces tenía más de un teclado de mano y hasta un juego de pedales.
 

Clavicordio

La primera referencia la encontramos en 1404, y siguió usándose hasta principios del s. XIX, sobre todo como instrumento de estudio para organistas.
De forma rectangular, con el teclado en uno de los lados más largos, es un instrumento de cuerda percutida: en el extremo de cada tecla hay una pequeña hoja de metal llamada tangente; cuando se oprime la tecla la tangente se eleva y golpea una cuerda, deteniéndola al mismo tiempo. Al percutir la cuerda la tangente la divide en dos secciones. Para evitar la vibración de ambas la parte izquierda quedaba anulada por la aplicación de un apagador de fieltro consistente en una cinta entrelazada a través de las cuerdas.
 

Clavicémbalo

La primera referencia a este instrumento aparece en 1416, y fue ampliamente usado por toda Europa hasta finales del s. XVIII, cuando fue desplazado por el fortepiano. Su aspecto recuerda al de un gran piano de concierto, aunque más estrecho. Produce el sonido por pinzamiento: en el extremo de cada tecla hay una delgada pieza recta de madera que recibe el nombre de martinete, cuya parte superior está al mismo nivel de las cuerdas. Sobresaliendo del costado del martinete y descansando por debajo de las cuerdas hay un plectro de piel o púa. Cuando se oprime la tecla se levantan el martinete y el plectro, que pulsa las cuerdas al pasar, haciéndolas vibrar en toda su longitud.
En el s. XVII llegó a alcanzar una extensión de cinco octavas, e incluyó un mecanismo que permitía accionar distintos juegos de cuerdas que sonaban simultáneamente. Estas combinaciones posibles podían ser de unísonos u octavas superiores (registro de 4 pies). Los claves alemanes introdujeron la octava inferior (registro de 16 pies). Los registros se manejaban por medio de mandos manuales situados sobre el teclado, pero más tarde se introdujo un sistema accionado por pedales. Llegó a contar con dos y hasta tres teclados con disposiciones de registros diferentes.
La alternancia de juegos de cuerdas y teclados permite producir contrastes tonales y dinámicos, aunque no un crescendo o diminuendo graduales. Además las diferencias de sonido que se pueden obtener variando la pulsación de los dedos y el ataque son pequeñas, de ahí que se utilicen otros recursos expresivos como el desplazamiento de determinadas notas dentro del esquema métrico o el enmascaramiento del ataque de una nota determinada al prolongar la nota anterior.
A su relativa pobreza dinámica se le opone un sonido mucho más fuerte y brillante que el del clavicordio, de ahí que cumpliera las mismas funciones tanto en público (como solista y como acompañante encargado del continuo) como en privado (para la corte).
Dentro de este grupo de instrumentos de cuerda pinzada se incluyen también las espinetas y los virginales, ambos con una pulsación muy ligera y, debido a sus limitaciones tímbricas, con una función básicamente doméstica.
 
 
El inventor del piano fue Bartolomeo Cristofori, tañedor y constructor de instrumentos al servicio de Fernando de Medicis. Intentando aunar las ventajas del clavicordio (su expresividad y control del sonido) y del clavecín (su potencia sonora) comienza sus investigaciones en 1698 y así presenta en Florencia en 1709 un instrumento al que denomina “gravicembalo col piano e forte”.
El nuevo instrumento mantendrá la forma del clavecín y su mecanismo es muy simple: la cuerda es golpeada por un macillo articulado y recubierto de piel, el cual regresa nada más producido el ataque (escape), preparándose para golpear de nuevo y dejando vibrar libremente la cuerda. El apagador se encarga de extinguir el sonido cuando levantamos el dedo de la tecla. Asimismo introdujo el mecanismo “una cuerda” (similar al pedal izquierdo actual) pero accionado con la mano.
Un constructor alemán, Gottfried Silbermann, conoce el invento y lo adapta a sus primeros prototipos fabricados a principios de los años 30. Silbermann se convertirá en el verdadero propagador del invento de Cristofori y sus pianos serán asimismo los que Federico II de Prusia presente a J. S. Bach en 1736, el cual no se mostró demasiado partidario (criticó la debilidad de los agudos y la pesantez del teclado) lo que provocó continuas mejoras con el fin de perfeccionarlo, de manera que en un encuentro posterior en 1747 en Postdam, Bach se mostró más entusiasta.
Dos de sus alumnos, Zumpe y Stein, serán los que den origen a las escuelas anglosajona y vienesa de construcción de pianos, que durante muchos años serán los dos focos de construcción más importantes de Europa. Los pianos de ambas escuelas difieren esencialmente en sus características pero común a ambas es el uso del pedal de resonancia, inventado por Backer en 172.
A principios del s.XIX aparecerá un nuevo foco importante de construcción en París, ciudad que en esos momentos se había convertido en la capital del piano. Entre los constructores de esta escuela destacan H. Pape, que sustituyó la piel de la cubierta de los macillos por fieltro con lo que se consigue más precisión de ataque y más fuerza y por ende más variabilidad tímbrica, y sobre todo Sebastian Erard.
Las investigaciones de Erard se centran fundamentalmente en dos factores:
  • Aumentar la sonoridad: de dos cuerdas por tecla pasa a tres.
  • Mejorar la rapidez de repetición y respuesta del teclado. En este sentido sus esfuerzos culminarán con la invención del doble escape (1823), dispositivo que consiste esencialmente en un resorte que, haciendo rebotar el martillo en su fase de retorno hacia el punto de partida lo detiene a mitad del camino, quedando más cerca de la cuerda, lo cual aligera mucho el teclado y además permite la repetición de una nota a grandes velocidades.
El principal problema se convierte a partir de este momento en lograr una homogeneidad de timbre y volumen en toda la extensión del piano. Esto se logra gracias a la inserción del cuadro enteramente metálico, que será posible gracias a los avances de la siderurgia.
Paralelamente a esta carrera del gran cola de concierto el mercado de pianos cuadrados destinados a los aficionados y a los salones no deja de crecer. Además será ahora cuando se realicen los primeros prototipos de un piano “vertical” heredero de los primeros pianos “jirafa” y cuyos precursores fueron Isaac Hawkins (que patentará en 1800 su modelo, si bien hay otro anterior inventado en Del Mela en 1739) y Mathias Müller.
Hacia 1850 el piano de cola se estabiliza: su tesitura abarca siete octavas, el bastidor se ha apoyado con barras metálicas por encima de las cuerdas, el barrado se ha reforzado considerablemente. Aparecen fábricas de pianos importantes en EE.UU. y Alemania que adaptan sistemas industriales de producción e invierten en investigación tecnológica de manera sistemática, hasta llegar en pocas décadas al piano actual.
Será precisamente una marca americana, Steinway, la que realice las últimas modificaciones decisivas en las construcción del piano, al incorporar en 1856 el cuadro enteramente metálico (“cupola iron frame”) fundido en una sola pieza, que permite una mayor tensión de las cuerdas (con el consiguiente aumento de sonoridad) y aguanta por más tiempo la afinación, pero no será hasta 1867 que este sistema sea adoptado definitivamente en Europa. Steinway será asimismo la marca que introduzca el pedal tonal en 1874.
 
Partes del PIANO
El piano moderno mantiene en esencia las mismas características que a finales del s. XIX. Su estructura general está formada por un bastidor metálico, que mantiene la tensión del conjunto de cuerdas, la tabla armónica, encargada de transmitir y amplificar las ondas producidas por las mismas, un mecanismo accionado por teclas, que realiza la percusión de las cuerdas, y una caja o mueble exterior.
En los pianos de cola todo el conjunto se encuentra en horizontal, reposando sobre unas patas, mientras que en los pianos verticales se encuentra perpendicular al suelo. A partir de ahora, tanto para hablar de las partes del instrumento como de su mecánica nos referiremos siempre al piano de cola.
 
-TABLA ARMÓNICA
Es el verdadero elemento de resonancia del instrumento y su función es amplificar la onda sonora producida por la vibración de las cuerdas. Va colocada por debajo de las cuerdas y en paralelo a éstas.
Está formada por láminas de madera (generalmente de abeto) de 8 mm de grosor y unos 10 cm de ancho, encoladas lateralmente siguiendo la dirección de las vetas, de modo que éstas queden paralelas. La tapa armónica no es plana, sino convexa en su zona central, lo que favorece la resonancia, pero por la presión de las cuerdas esta curvatura casi no se percibe a primera vista. Adosadas a la tapa armónica están las costillas, traviesas que aseguran su curvatura y la estabilidad de la tensión interior de la madera. Se encuentran encoladas a la tapa en sentido perpendicular a las vetas, lo que contribuye a repartir la resonancia en todas las direcciones.
 
 
-PUENTE
Sobre él están tensadas las cuerdas, y se encarga de transmitir la energía vibratoria de las cuerdas a la tapa armónica. Está dividido en dos secciones, una para la región grave y otra para el resto, debido a la disposición cruzada del encordado, aproximando la mayor parte del puente al centro de la tabla armónica, lo que mejora la calidad de la vibración sonora.
 
 
-CUERDAS
Se encuentran dispuestas en abanico, de modo que se abren desde el clavijero hasta el puente, con el fin de amplificar la sonoridad del piano.
En total son 224, y la tensión a la que se someten por su afinación llega hasta los 75 kg., alcanzando en su conjunto del orden de 15 a 20 toneladas. Están hechas de acero duro al carbono (0,7 al 0,8 % de carbono)y mediante una técnica que se conoce con el nombre de trefilado, que permite obtener hilos finos por el hecho de pasar sucesivas veces hilos más gruesos por una hilera.
Las cuerdas del extremo grave, también llamadas bordones (de La a Sol1) están envueltas en acero de hilo de cobre, para aumentar el volumen sin ganar en rigidez, y son individuales. En la zona grave (Si1 a Do3) son dobles y en el resto están triplicadas.
 
-CLAVIJERO
En él se insertan las clavijas de afinación. Está construido con láminas de madera maciza (generalmente haya), distribuidas una por encima de otra. Deben resistir una gran presión, asegurando la estabilidad de la afinación e impidiendo cualquier variación en la posición de las clavijas.
Las clavijas son pequeños cilindros metálicos en donde se enganchan las cuerdas. Desde su parte superior son manipuladas por llaves especiales para la afinación del piano. Se insertan en el clavijero con una ligera inclinación de 10°.
 
 
-TECLADO
Está compuesto por un total de 88 teclas (el Bössendorfer modelo Imperial constituye una excepción al abarcar ocho octavas, es decir, 96 teclas) fabricadas en madera de tilo, haya o abeto.
Las teclas del registro grave llevan incorporadas unos cilindros de plomo con el fin de compensar el mayor pero de los macillos de la región grave e igualar el peso de todo el teclado, que suele oscilar entre los 48 y los 68 gramos.
 
 
-CAJA Y TAPA
La caja es el mueble, el lado exterior, y prolonga la función de la tabla armónica. Está reforzada por un barrado, hecho con grandes barras de madera que sostienen el bastidor. Bajo ella se adosa la lira de los pedales.
La tapa no solamente cierra el mueble, sino también sirve, en la sala de conciertos, para dirigir los sonidos hacia el público.
 
 
-PEDALES
En los pianos de cola suelen ser tres:
-Pedal forte o de resonancia (derecho): levanta simultáneamente todos los apagadores, permitiendo la libre resonancia de las cuerdas.
-Pedal celeste (izquierdo): desplaza lateralmente los martillos de manera que percutan las cuerdas simples más suavemente y las dobles y triples como simples y dobles respectivamente, con lo que se obtienen sonidos más débiles y diferente timbre al resonar la cuerda no percutida por simpatía. En los pianos verticales acerca la maquinaria a las cuerdas reduciendo el trayecto, lo que provoca menor velocidad y por tanto menos sonido.
-Pedal tonal (central): sólo existe en los pianos de cola y funciona igual que el pedal derecho pero afectando únicamente a las cuerdas que se encontraran bajadas en el momento de accionar el pedal
 
PIANO
 
 
Fuente:www.entre88teclas.com

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