domingo, 18 de octubre de 2015

ÓRGANO
Un órgano es un instrumento musical aerófono con teclado, cuyo funcionamiento se basa en hacer pasar aire por tubos de diferentes longitudes (desde 5 cm hasta 7 m), lográndose generar los distintos sonidos. Se clasifica como un instrumento de viento, en una subcategoría, en la que esta completamente sólo y diseñada para él: instrumentos de viento de teclado y tubos.
Se maneja mediante uno o más teclados para tocar con las manos (manuales), y otro consistente en unos pedales en la parte inferior (pedalero). El órgano utiliza tubos de distinta longitud para conseguir los distintos tonos. Emplea los diversos métodos de producción del sonido de los aerófonos (de bisel y de lengüetas) para conseguir distintos registros o timbres. También el sonido depende del material con que se construyan los tubos (metal o madera) y de la misma forma de ellos (cilíndricos, cónicos, cónicos invertidos, prismáticos, abiertos, tapados...). Los distintos registros se accionan mediante unas palancas al alcance de la mano de quien toca el instrumento.

Alimentación

El órgano funciona con aire a presión. Esto se consigue con dos elementos llamados fuelles: el fuelle de alimentación, que suministra el aire y lo introduce en el fuelle de depósito o de presión, que mantiene siempre igual la presión en el aire aunque suenen uno o varios tubos a la vez. Antiguamente se empleaban fuelles, o manchas, activados por ayudantes llamados folladores, manchadores o sopladores. Se accionaban con las manos, con sistemas de palancas, o incluso subiéndose encima de los más grandes para moverlos con el peso del cuerpo. Actualmente se empelan compresores eléctricos para insuflar el aire en el fuelle de presión.

Tubos

Los tubos son los elementos que producen el sonido. De ellos depende el sonido del instrumento. La altura o tono del sonido está en relación con la longitud del tubo. La forma del tubo y el sistema que emplee para producir la vibración nos dan el timbre. El conjunto de tubos de diferentes tamaños que tienen un mismo sistema de vibración y la misma forma del tubo se denomina juego. Cada juego se nombra a partir del tubo de mayor longitud, medida en pies.

Producción de la vibración

  • Tubos de bisel, o también llamados labiales: En ellos la vibración se produce al chocar y partirse el chorro de aire a presión contra el bisel que forma el labio superior del tubo, de manera idéntica al funcionamiento de los instrumentos aerófonos de bisel.
  • Tubos de lengüeta: una lengüeta batiente, normalmente de metal, vibra al paso del aire. Funciona por el mismo principio que los instrumentos de instrumentos aerófonos de lengüeta simple.
  • Tubos tapados: pueden ser tanto de lengüeta como biselados. Son tubos que tienen cerrado el extremo superior. Con ello se consigue que suene una octava más grave que lo que corresponde por su longitud, y con un timbre más oscuro.

Teclados y mecanismos

El conjunto de los teclados, ya sean para accionarlos con las manos (manuales) o con los pies (pedalero), y los registros se agrupan en la consola. Los manuales pueden ser de uno a cinco, dependiendo de la importancia del instrumento, y normalmente cada uno tiene de 56 a 61 notas (5 octavas). Por su parte los pedaleros tienen entre 27 y 32 notas (2 1/2 octavas).
Los registros se sitúan a los lados y a veces sobre los manuales. Son tiradores que permiten seleccionar los juegos de tubos que se quiera hacer sonar. En los órganos más modernos de transmisión eléctrica se emplean interruptores en lugar de tiradores.
Además de registros se sitúan aquí otros mandos que permiten acoplar los diferentes manuales entre si o con el pedalero. Otras teclas permiten conectar directamente varios juegos programados previamente; en lugar de tener que tirar de varios registros, sólo se acciona una tecla pre-programada.
El mecanismo es el conjunto de elementos que conectan los teclados con los secretos, permitiendo que el aire a presión penetre en los tubos y los haga sonar. Actualmente se emplean tres sistemas de transmisión:
  • Transmisión mecánica. El más antiguo, a base de varillas de madera articuladas. Es el sistema preferido en órganos pequeños y medianos. Muy apreciado por los organistas, al tener un "contacto directo" entre la mano y el efecto sonoro. Como inconveniente tiene que en órganos muy grandes el peso de la transmisión hace a los teclados duros de tocar.
  • Transmisión neumática. Inventado a principios del Siglo XIX. Utiliza aire a presión para mover las válvulas. Necesita menor esfuerzo sobre el teclado en órganos grandes. En cambio deja un leve soplido de fondo al tocar, el aire que va escapando de los conductos de transmisión.
  • Transmisión eléctrica. Desde principios del siglo XX. Emplea relés para accionar las válvulas, sustituyendo varillas y tubos por cables eléctricos. Ideal para los grandes órganos. A muchos organistas no les gusta, por sentirlo "frío" y lejano al "contacto directo".

Conductos y secretos

En los secretos hay una cámara de aire. Sobre ella va el mecanismo de las correderas, y encima se colocan los tubos, agrupados por juegos, y en cada juego ordenados por la altura del sonido (por el orden de las notas). Las correderas son un mecanismo deslizante y perforado, accionado por los tiradores de los registros; al coincidir las perforaciones con las bocas de los tubos, éstos están dispuestos para sonar.

La caja

Guarda y protege el conjunto del instrumento. Suele estar muy decorada, con relieves, esculturas y pinturas. En los órganos pequeños y medianos incluye la consola, aunque en los más modernos ésta se puede situar fuera de la caja. En los órganos grandes, especialmente los situados en una tribuna en alto, el positivo se pone en una caja menor, llamada cadereta, delante de la caja principal, el gran órgano, dejando entre ambas la consola y el organista.
Con las cajas se emplean términos arquitectónicos, y así se habla de fachadas, torres, muros, columnas, etc.
Los tubos más grandes que aparecen en los frentes de las cajas (fachadas) suelen ser falsos, sólo decorativos. Están hechos de madera pintada y se les llama "tubos canónigos" (por la mala fama de los canónigos de no hacer nada).

Caja de expresión

El órgano emite el aire de una manera uniforme, por tanto los sonidos de los tubos siempre tienen la misma fuerza o intensidad. Se buscaron soluciones para controlar este parámetro, y hasta el siglo XVII se empleó el recurso de acoplar varios registros para un mismo sonido: suenan más fuerte dos o tres tubos que uno solo. Pero tenía el inconveniente de que también se sumaban los timbres.
En el siglo XVII se encierran algunos registros en cajas de madera, para conseguir que suenen más débilmente. En el siglo XVIII se inventa la caja de expresión. Como su nombre indica es una caja, más o menos grande según el órgano, que encierra varias series de tubos. Uno o dos lados de la caja se cierran con una persiana de lamas pivotantes, con lo que la caja puede quedar más o menos abierta. La persiana se controla desde la consola, con un pedal especial sobre el pedalero: el "pedal de expresión". Así se pueden conseguir diferentes intensidades del sonido, e incluso efectos de crescendo y diminuendo a abrir o cerrar poco a poco la persiana.

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